sábado, 8 de septiembre de 2012

CÓMO ELEGIR LAS BOTAS Y ZAPATILLAS DE MONTAÑA

Elegir bien nuestro calzado de montaña es básico no solamente para nuestro confort, sino también para nuestra seguridad. Es habitual ver dedos negros y muy doloridos, o uñas rotas por utilizar en el descenso un calzado demasiado justo, o congelados por falta de transpiración, o rozados por la misma causa, etc.
Cada actividad necesita su calzado apropiado, y cada estación, también. En verano deberá primar la transpiración, por lo que las membranas están desaconsejadas. En invierno, el frío es de lo que hay que protegerse. Si lleve mucho, deberemos mantener el pie seco. Y además, el calzado, no solo debe permitir la actividad, sino que la tiene que potenciar.
Por estas razones, la elección del calzado es clave para poder disfrutar de lo que nos gusta.



Uno consejos nos podrán ayudar.


ELEGIR CALZADO


  • Elige la talla correcta y pruébate el par completo, ya que los dos pies no suelen ser iguales. Comprueba que tus dedos no rocen con la puntera (importantísimo para los descensos, debe haber un dedo de espacio libre entre la punta del dedo gordo y la puntera). Asegúrate que el ajuste sea confortable en el tobillo.
  • Mejor hacerlo por la tarde, que los pies suelen estar más hinchados.
  • Hacerlo con unos calcetines similares a los que llevaremos en su uso.
  • Caminar un poco y, si es posible, subir y bajar por una escalera.
  • Flexionar los pies con el calzado puesto.
  • Ten en cuenta que las irregularidades de la piel son debidas a la utilización de auténtica piel natural

USO

  • Atar bien el calzado para evitar que las puntas de los dedos golpeen contra la cara interna de la puntera. En bajadas, nuestros pies se deslizan hacia adelante y es posible que las puntas de los dedos golpeen contra la cara interna de la puntera. Creedme, es muy doloroso, incómodo y produce lesiones.
  • Una vez metido el pie en la bota, es conveniente dar unos golpes con el extremo del tacón contra el suelo, de modo que los pies se vayan hacia la parte de atrás de la bota, y una vez estén allí, proceder a a justar los cordones en la zona del empeine, de modo que dificulten el desplazamiento hacia a adelante. Es el empeine quien debe sujetar la bota, no los dedos.
  • Si a una bota le damos grasa de caballo, ceras o siliconas, estaremos cerrando los poros de la estructura de la piel y del forro, y estaremos haciendo las botas impermeables, pero no transpirarán y los pies acabarán húmedos, rozados y puede que muy fríos.
  • Para una correcta transpiración, también es importante el tipo de calcetines que utilicemos. Si nos ponemos calcetines de lana, algodón u otras fibras naturales, retendrán el sudor, y tendremos los pies húmedos.

MANTENIMIENTO

  • Tras su uso, dejar airear y secar la humedad de forma natural, a la sombra y a temperatura ambiente. No acercar a radiadores, estufas o chimeneas, porque las pieles se deshidratan y acartonan, agrietándose por las zonas de flexión.
  • Elimina la humedad interior rellenando la bota de papel de periódico.
  • Cuando estén secas, cepíllalas para retirar la tierra o barro acumulados.
  • Límpialas con un paño húmedo y dejar secar de nuevo.

1 comentario:

  1. Hola a nuestros amigos de Altus desde Aragon Aventura, como siempre unidos por el mismo espiritu...la calidad en todos los ambitos de la montaña.

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