Cómo tiene que ser una mochila para escalar
Para elegir una mochila de escalada para ascensiones de un día, tenemos que fijarnos en:
·
Su capacidad.
Dependerá de lo que vamos a llevar. Ni más grande ni más pequeña. Lo normal es
que tenga que caber los dos pares de zapatillas de la cordada, alguna prenda de
abrigo ligera, una botella de 1,5 l de agua, algo de comida, el móvil, las
llaves. Para que quepa todo esto, la capacidad debe ser 25 o 30 litros.
·
La forma.
Lo más estrecha posible, para que no salga de la espalda, y lo más plana
posible, que sobresalga lo mínimo, para que no vaya tocando la pared en
chimeneas, fisuras y estrechamiento. Hay que probarla antes con el casco
puesto, para comprobar que no toca la nuca cuando miramos hacia arriba. No debe
tener bolsillos exteriores que sobresalgan. Con un bolsillo interior es
suficiente.
·
El tejido.
Tiene que ser ligero y resistente a la fricción y al desgarro. Es preferible
que el suelo de la mochila no esté reforzado, para aligerar peso. La mochila
estará colgada de las reuniones o de nuestra espalda. Existen modelos de tejido
muy ligeros con suficiente resistencia. Obviamente siempre serán más débiles
que otros más pesados, pero es preferible remendar algún roto que llevar una
mochila pesada y dura.
·
El peso.
El menor posible, claro. Debe aparecer siempre en las características de la
mochila y debe ser uno de los elementos claves para decidirnos por una u otra
mochila.
Antes |
Después |
Sus accesorios.
Pequeños pero importantes detalles.
Muchas mochilas llevan cubremochilas incorporado que protegerá la mochila y su
contenido en caso de lluvia. En algunos casos está fijo, pero es mejor que se
pueda quitar. Si tenemos claro que puede llover, hay que llevarlo siempre. Y si
tenemos claro que no va a llover ese día, mejor dejarlo y ahorrar ese peso.
También es importante que en el interior del bolsillo encontremos un mosquetón
para las llaves del coche. Puede ser metálico o de plástico, pero este pequeño
detalle ayudará a nuestra tranquilidad de que las llaves no se caigan y se
pierdan. Normalmente, las mochilas siempre llevan accesorios en el exterior que
no son imprescindibles para una escalada, y que suelen molestar. De esta forma
conseguiremos que el exterior esté lo más limpio posible de cintas que se
enganchan por todas partes. Hay que hacer un repaso exterior y decidir lo que
sobra. Si solo vamos a utilizar la mochila para escalada en roca y no pisamos
nunca la nieve, podemos cortar los portapiolets. Y recortar todas las cintas a
la longitud adecuada. También es importante que el asa principal de porteo sea
resistente, para evitar que se rompa cuando la colgamos en las reuniones. En
algunos modelos existen asas reforzadas colgando de la parte baja de la mochila
o de las hombreras, que pueden irnos bien para colgar material cuando vamos
escalando.
En definitiva, debemos adecuar la mochila para el uso que le
queremos dar. Aunque existen en el mercado excelente modelos de escalada,
prepararlas a nuestra manera mejorará sus prestaciones. Es importante reservar
esta mochila tuneada para nuestras escaladas, y evitar su desgaste en otras
actividades.
Y ahora, a disfrutar de la escalada.
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