viernes, 10 de agosto de 2012

Cómo tiene que ser una mochila para escalar



Cuando vamos a escalar una vía larga que exige bastantes horas de ascensión, tenemos que preparar, además del material técnico específico, el equipo indispensable para pasar ese tiempo en la pared. Aquí hay dos opciones, o llevarlo todo colgado, o llevar una mochila. No hay una opinión generalizada, pues cada uno prefiere hacerlo a su manera. Aquí vamos a comentar cómo elegir la mochila adecuada y cómo prepararla (tunearla) para subirla por la pared.







Para elegir una mochila de escalada para ascensiones de un día, tenemos que fijarnos en:
·         Su capacidad. Dependerá de lo que vamos a llevar. Ni más grande ni más pequeña. Lo normal es que tenga que caber los dos pares de zapatillas de la cordada, alguna prenda de abrigo ligera, una botella de 1,5 l de agua, algo de comida, el móvil, las llaves. Para que quepa todo esto, la capacidad debe ser 25 o 30 litros.
·         La forma. Lo más estrecha posible, para que no salga de la espalda, y lo más plana posible, que sobresalga lo mínimo, para que no vaya tocando la pared en chimeneas, fisuras y estrechamiento. Hay que probarla antes con el casco puesto, para comprobar que no toca la nuca cuando miramos hacia arriba. No debe tener bolsillos exteriores que sobresalgan. Con un bolsillo interior es suficiente.
·         El tejido. Tiene que ser ligero y resistente a la fricción y al desgarro. Es preferible que el suelo de la mochila no esté reforzado, para aligerar peso. La mochila estará colgada de las reuniones o de nuestra espalda. Existen modelos de tejido muy ligeros con suficiente resistencia. Obviamente siempre serán más débiles que otros más pesados, pero es preferible remendar algún roto que llevar una mochila pesada y dura.
·         El peso. El menor posible, claro. Debe aparecer siempre en las características de la mochila y debe ser uno de los elementos claves para decidirnos por una u otra mochila.



Antes
Después



















      Sus accesorios. Pequeños pero importantes  detalles. Muchas mochilas llevan cubremochilas incorporado que protegerá la mochila y su contenido en caso de lluvia. En algunos casos está fijo, pero es mejor que se pueda quitar. Si tenemos claro que puede llover, hay que llevarlo siempre. Y si tenemos claro que no va a llover ese día, mejor dejarlo y ahorrar ese peso. También es importante que en el interior del bolsillo encontremos un mosquetón para las llaves del coche. Puede ser metálico o de plástico, pero este pequeño detalle ayudará a nuestra tranquilidad de que las llaves no se caigan y se pierdan. Normalmente, las mochilas siempre llevan accesorios en el exterior que no son imprescindibles para una escalada, y que suelen molestar. De esta forma conseguiremos que el exterior esté lo más limpio posible de cintas que se enganchan por todas partes. Hay que hacer un repaso exterior y decidir lo que sobra. Si solo vamos a utilizar la mochila para escalada en roca y no pisamos nunca la nieve, podemos cortar los portapiolets. Y recortar todas las cintas a la longitud adecuada. También es importante que el asa principal de porteo sea resistente, para evitar que se rompa cuando la colgamos en las reuniones. En algunos modelos existen asas reforzadas colgando de la parte baja de la mochila o de las hombreras, que pueden irnos bien para colgar material cuando vamos escalando.




En definitiva, debemos adecuar la mochila para el uso que le queremos dar. Aunque existen en el mercado excelente modelos de escalada, prepararlas a nuestra manera mejorará sus prestaciones. Es importante reservar esta mochila tuneada para nuestras escaladas, y evitar su desgaste en otras actividades.
Y ahora, a disfrutar de la escalada.






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