lunes, 20 de agosto de 2012


LA CALIDAD DE LA PLUMA EN LOS SACOS DE DORMIR


A la hora de elegir un saco de dormir hay que prestar atención a un montón de aspectos. Lo primero es saber el uso que verdaderamente le vamos a dar, pues eso va marcar el nivel de prestaciones del saco. Tan malo es quedarte corto y pasar frío, como elegir un saco demasiado potente para nuestras necesidades, y cargar con más peso y tener excesivo calor. Aspectos como el peso, la longitud, el tipo de relleno, los tejidos exteriores e interiores, el tipo de relleno, el rango de temperaturas, etc., son temas a tener en cuenta y que debemos conocer. Además, las normas de construcción y los rangos de temperaturas son distintos para el hombre y para la mujer.
Pero de esos interesantes temas hablaremos en otras entradas. Hoy vamos a tratar de la pluma que se utiliza de relleno térmico. En concreto de su calidad, para así saber lo que significa los datos que los fabricantes ofrecen de sus productos.


Las plumas pueden ser de ganso o de pato. Las de ganso tienen más capacidad térmica, pero para usos más moderados, la pluma de pato es perfectamente válida, además de más barata. Existen granjas de gansos donde su crían y cuidan. Especialmente famosas son las húngaras y las francesas. Aquí suelen vivir bastante al aire libre y se les alimenta para que vayan creciendo. El ganso es un ave migratoria, pero solo puede volar cuando ha crecido lo suficiente. Por una parte necesita la fuerza suficiente para resistir los miles de kilómetros de vuelo, y por otra necesitan que sus plumas sean los suficientemente maduras para soportar las bajísimas temperaturas que soportan al volar tan altos. Primero les sale una pluma primeriza que mudan posteriormente hasta dos veces más hasta que aparece la pluma adecuada, de gran poder calorífico.
Es justo en ese momento de madurez, cuando el ganso está listo para su vuelo migratorio cuando se les recoge la pluma.
Conviene aclarar que la gran ventaja de la pluma es que no calienta en sí misma, sino que calienta y mantiene caliente el aire interior entre ellas. Por eso, la mejor pluma no es la que más pesa, ni la más grande, sino la que es capaz de albergar más aire entre ellas.
Volvemos al ganso. Cuando se cosecha la pluma, pasa por un proceso de limpieza y esterilización, para limpiarla primero de microbios y bacterias propias del animal, y segundo de las impurezas ajenas a la misma pluma. Este proceso es largo y complejo, y muy efectivo, Aunque en la actualidad es imposible llegar a una pureza total del 100%, los niveles quedan muy altos. El fabricante de sacos de dormir siempre ofrecerá el dato de la pureza de la pluma que su proveedor le otorga. Por ejemplo, 90/10 o 95/5. El primer dato corresponde a la cantidad de pluma limpia y estéril totalmente. El segundo, la cantidad de pluma con alguna impureza. En el caso de 90/10, nos informa de que el 90% de la pluma de ese saco es pura, y el 10% contiene algo de impurezas, nunca peligrosas para la salud, por supuesto. Simplemente esas impurezas no dejan alcanzar a la pluma toda si potencia calorífica. Si el relleno es de un kilo de pluma, este ejemplo nos dice que 900 gramos son puros del todo y 100 no lo son.
Obviamente, a mayor pureza mejor. Pero será más caro, puesto que para eso la pluma ha pasado por más procesos y más complejos procesos de limpieza, lo que encarece el producto.
Además del dato de la pureza, aparece el dato de la calidad de la pluma. Este dato nos indica la capacidad de la pluma de envolver aire caliente. La prueba que marca la norma es sencilla. Se coge una onza de pluma (una onza es una unidad de peso, que equivale a 28,35 gramos) y se introduce en un cilindro de cristal. Esa onza de pluma ocupa un volumen dentro del cilindro que es la que marca su calidad. Es decir, la misma cantidad de pluma interesa que suba lo más posible. Cuanto más volumen ocupa, mejor es la pluma y más aire caliente alberga. En cierta forma, cuanto más volátil sea la pluma, mejor.


El volumen del interior del cilindro se mide en pulgadas cúbicas (1 pulgada es equivalente a 2,54 cm) En la actualidad, una onza de peso de la mejor pluma llega a ocupar  900 pulgadas cúbicas del cilindro, por lo que este dato es el máximo de calidad hasta el momento. No hay pluma que supere esa medida, por lo la mejor pluma es la de 900 cuin. El rango suele ir desde 550 hasta  900.
¿Esto quiere decir que la pluma de 600 cuin no es buena? Para nada. Todas tienen una potente capacidad térmica, de calentar  y mantener caliente el aire entre ellas, y por tanto a nosotros. Cada producto es rellenado con la pluma adecuada a su uso. Por esta razón hay que atender no solo a la calidad máxima, sino a la relación precio/prestaciones del producto, y si es adecuado para el uso que nosotros necesitamos.
En resumen, la capacidad térmica de un saco de plumas depende, además de la cantidad total de pluma que contenga, de la pureza y de la calidad de la misma.

1 comentario:

  1. Ola y como anda la pluma de pato en tempetaturas bajo cero? Quizas compre un saco de este tipo en 80 dólares, estara bien o es demasiado barato?, salu2

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